Atascaburras, el plato manchego que comían en Teruel para pasar los fríos inviernos sin provisiones

La creativa gastronomía en España ha creado durante siglos platos con pocos ingredientes que conseguían saciar a muchas familias en los inviernos más duros. Estas recetas han resistido el paso del tiempo e, incluso, han evolucionado. Un ejemplo es el atascaburras, un plato manchego que tiene su origen en el siglo XVII en Castilla la Mancha y que viajó hasta la vecina Aragón, pero con cambios en su receta. 

Fueron los pastores manchegos quienes se inventaron esta receta fácil y de pocos ingredientes para resistir los inviernos fríos cuando se quedaron incomunicados en el monte sin apenas comida durante una nevada. Estos pastores se quedaron aislados por la nieve y solo tenían espinas de bacalao de la comida del día anterior, patatas y aceite. Y, en vez de comer solo las patatas cocidas con el aceite, decidieron hacer una mezcla con las espinas de bacalao.

Cuando regresaron al pueblo, contaron que esta receta podía «hartar hasta a las burras», ya que saciaba mucho y no necesitaba muchos ingredientes. No es de extrañar, que por la tradición oral del pastoreo, esta receta llegará hasta la vecina Aragón, en concreto a los pueblos de la Sierra de Albarracín. 

Atascaburras en Orihuela del Tremedal 

Castilla la Mancha delimita con Aragón, en concreto, las provincias de Cuenca y Guadalajara con Teruel. Por eso, pueblos como Orea, de Guadalajara, son vecinos de otros como Orihuela del Tremedal, de la Sierra de Albarracín. A estas localidades solo las separan 7,8 kilómetros. No es de extrañar, por tanto, que la receta de atascaburras llegase hasta localidades aragonesas como Orihuela del Tremedal. 

Pero, la receta que en este pueblo de Teruel se hacía cuando llegaba el invierno y se quedaban incomunicados y sin suministros por la nieve, o cuando el hambre apretaba, tenía variaciones con la original manchega. La receta turolense era, incluso, más fácil y económica, puesto que no se utilizaba el bacalao. 

Esta receta ha pasado de generación en generación y, aunque se está perdiendo, todavía hay mujeres que la preparan y recuerdan los duros inviernos en el pueblo. 

«Se comían bien tostadas y estaban bien buenas»

Francisca Casas nació en Orihuela del Tremedal en la década de los años 40 y pronto aprendió la receta de atascaburras porque necesitaba tres ingredientes que siempre había en casa, incluso cuando las nevadas dejaban al pueblo varias semanas incomunicado: aceite, ajos, patatas y pan. Y cuando recuerda la receta, apunta que «las atascaburras se comían bien tostadas y estaban bien buenas».

Receta aragonesa de atascaburras 

La receta de atascaburras en Orihuela del Tremedal no tiene bacalao, como en Castilla la Mancha, pero sí pan. Este plato tan saciante y económico tiene ingredientes fáciles de conseguir y esta es la elaboración paso a paso: 

«El primer paso es poner el aceite en el fuego y freír unos ajos. Después, se añaden las patatas, como si fueras a hacer una tortilla y, cuando ya están hechas, se echa el pan», explica con detenimiento Francisca Casas. Tras este paso, llega el turno de echar a la mezcla el pan, que si es del día anterior o es duro se debe remojar. «Una vez que está el aceite, los ajos, el pan y las patatas, se le da vueltas y vueltas con una espátula de madera contra la olla hasta que se tueste la masa (se puede añadir un poco de agua)«, concluye Casas. 

Con este plato tan sabroso, una familia se alimentaba y saciaba, sin necesidad de muchos ingredientes. 

Fuente: El Heraldo