Errores imperdonables en las redes sociales para un Bar, Restaurante o Taperia.

Errores imperdonables en las redes sociales para un  Bar, Restaurante o Taperia.

Para muchos restaurantes, bares y taperias  las Redes Sociales y los blogs son herramientas innecesarias, pero eso solo se debe a una razón, que no es ni más ni menos que el miedo al cambio.

Sin  embargo,  muchas  de   las grandes industrias han tenido que reinventarse, y la de la restauración no es una excepción. Al día de hoy, nuestros clientes no solo buscan un sitio donde comer bien, sino que buscan saberlo todo de ti.

Atrás quedaron las páginas Webs estáticas y aburridas, con fotos mal iluminadas acompañadas de un número de teléfono y la dirección del sitio en cuestión. El cambio ha llegado y las Redes Sociales son una realidad que nuestros clientes nos reclaman. Interpretarlos y darles lo que Es poder gestionar de manera adecuada  los perfiles de las redes sociales requieren de una experiencia previa. Las campaña digitales requieren de la misma dinámica y seriedad que cualquier otra gestión.

Isaac Asimov decía: “Si el conocimiento crea problemas, no es a través de la ignorancia que podamos resolverlos”. Y nada más lejos de la realidad con respecto a las Redes Sociales. Pensar que cualquier persona, sin formación, puede llevar las riendas del mundo online es una tremenda equivocación.

¿Acaso no buscas perfiles capacitados y expertos para que lleven tu restaurante por un buen camino?

Y entonces…

Por qué consideras que las redes sociales de tu establecimiento merece el mismo  trato.

El mundo está ahí, esperando conectar contigo. Ayúdalos a encontrarte.

Recuerda, que es tu imagen la que está en juego, por ello debes de tener tacto a  la hora de elegir a quien darle  esa responsabilidad. No  basta   con  que le des a un familiar un pequeño trabajo de vacaciones.   El   saber  hacer y gestionar  las   redes  sociales es una responsabilidad  mayor que jamás deberás descuidar si quieres hacer que tu restaurante crezca. No te la juegues. Tu reputación online no es para dejar a cargo de manos inexpertas.

No hay nada que más moleste de  una persona o de una marca que no responda a una pregunta o a un agradecimiento.  ¿Acaso es tan difícil dar las gracias o un hacer simple guiño a quién te sigue?

Obsesionarse con los “me gusta” y con  la cantidad de followers:

¿Cantidad o calidad? Esa es la cuestión. La cantidad  es  cosa del pasado. De nada sirven las manitas alzadas en Facebook o los seguidores comprados en Twitter si no son de calidad. Generar una comunidad alrededor de tu restaurante, que crea y sienta lo que transmites, es tu objetivo.

De que nos valen 10.000 seguidores a  300 km de mi establecimiento. Hay que ser un poco coherente respecto a este aspecto.

Prefiero mil veces a unos pocos seguidores que compartan mi filosofía a montones de “me gusta” sin valor.

Genera confianza, sé sincero, aporta contenido de valor con tu blog, interactúa con ellos y así poco a poco la comunidad de tu restaurante irá creciendo y se hará más fuerte. No los descuides.

Querer resultados inmediatos: No  hay  nada  más   absurdo   que esperar resultados inmediatos en las Redes Sociales o en tu blog. Quién te diga, que en un corto plazo, obtendrás   miles   de  seguidores te estará mintiendo.

¿Acaso  las  relaciones   entre amigos se construyen en una noche?

Vender sí, pero antes cuéntame quién eres: Si  solo intentas vender tu restaurante a la primera no conseguirás otra cosa más que desenamorar a tus seguidores/clientes. De ahí la importancia en utilizar técnicas de Copywriting.

No se trata solo de escribir sin sentido, sino de persuadir, de gustar a tus clientes  para que vuelvan. Trabaja tu comunidad con paciencia. Cuéntales quién eres, qué haces y porqué lo haces. Enamóralos, cortéjalos, gánate su confianza antes de querer llegar al acto final.

Los atajos solo son momentáneos; y los cortejos, duran toda una vida, no solo cuando pretendemos agradar a alguien. Tu objetivo es claro y totalmente válido: querer convertir en clientes a tus seguidores; pero eso si, sin descuidar los modales.

Los atajos solo son momentáneos; y los cortejos, duran toda una vida, no solo cuando pretendemos agradar a alguien. Trabaja tu comunidad con paciencia. Cuéntales quién eres, qué haces y porqué lo haces. Enamóralos, cortéjalos, gánate su confianza antes de querer llegar al acto final.

Redacción Magazin Digital

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