O te reinventas o desapareces del mercado.

O te reinventas o desapareces del mercado.

El 40% de los CEO cree que sus empresas no serán viables en una década si no cambian de rumbo a tiempo

Blockbuster y Kodak son dos buenos ejemplos de cómo grandes negocios pueden caer de forma abrupta si no se adaptan a los tiempos. Reinventarse o morir. Los CEO son conscientes de ello y el 40% creen que sus empresas dejarán de ser viables en 10 años si no cambian el rumbo actual, según datos de una encuesta de PwC y recogidos por la consultora Kainova. Y es que, mientras la mayoría de los ejecutivos reconocen la importancia de reinventar sus empresas para asegurar su futuro, también se enfrentan a importantes desafíos a corto plazo. Entre ellos, destaca la coyuntura económica internacional, que el 73% espera que empeore en 2023.

En el tiempo actual, tres realidades son evidentes: estamos inmersos en una revolución tecnológica, la elevada velocidad del cambio es crucial para las organizaciones y las antiguas enseñanzas ya no son efectivas. Las empresas compiten ferozmente en el mercado, donde cualquier falta de optimización se convierte en una carga que limita su progreso. Por lo que, la única solución es desarrollar y fortalecer la capacidad de adaptación ágil a un mercado en constante cambio. 

El CEO, clave para reinventarse

Para Carme Castro, CEO de Kainova y experta en transformación organizacional la importancia del CEO en la reinvención de la empresa es crucial. Para enfrentar los desafíos a corto plazo y reinventar el negocio, los CEO necesitan el apoyo de su equipo directivo, mandos intermedios y empleados .

“Es fundamental tener una visión clara de lo que se desea para que una empresa sea próspera, rentable y sostenible. Esta visión corresponde al CEO en tándem con los expertos en Talento, quienes serán responsables de desarrollar políticas que impulsen la transformación hacia una empresa ágil, flexible, innovadora y líder en su sector”, añade Castro.

Las compañías más comprometidas y capacitadas se mueven con mayor agilidad, innovan más fácilmente y colaboran de manera más efectiva. Sin embargo, hay señales de alarma. Muchos CEO no están aún preparados para hacer frente a un paradigma nuevo que demanda un nuevo estilo de liderazgo: visionario, innovador y siempre dispuesto a creer, confiar y potenciar el talento de sus equipos.

Datos de la misma encuesta revelan que el 43% de los CEO de todo el mundo señala que los directivos de sus empresas no suelen fomentar el debate y la discrepancia, y un 53% afirma que tampoco suele tolerar los pequeños fracasos. Gran parte de los CEO se cuestionan si en sus compañías se dan las condiciones necesarias para empoderar a sus empleados y fomentar la innovación.

Estas organizaciones se encuentran en una posición desfavorable, lo que aumenta la probabilidad de retrasar la transformación necesaria para adaptarse. Esto conlleva un costo: el aplazamiento de mejoras en rentabilidad, competitividad y posicionamiento de marca en el mercado. Además, si no se acepta el cambio de paradigma, se corre un riesgo muy elevado de morir como empresa. 

Para esta experta en gestión del talento, hasta que no se superen las barreras que impiden que las empresas se conviertan en organizaciones basadas en la confianza, la innovación y la inteligencia colectiva para enfrentar la hipercomplejidad de múltiples cambios simultáneos, se está perdiendo la oportunidad de aumentar los resultados, reducir costos y desarrollar la capacidad de innovación necesaria para sobrevivir.

Cómo encarar esta realidad impredecible y abrazar el cambio

Para Castro, con el modelo organizativo de la empresa líquida, las empresas se convierten en un catalizador. Y lo hacen a través de los tres pilares que generan el contexto que logra la excelencia a través de la excelencia de las personas.

El equipo humano en evolución constante de sus competencias técnicas y habilidades, consciente de que necesita esa evolución al comprender que el contexto es nuevo y se está creando, y que ellos son parte activa en el rediseño, invención y co-creación de la sociedad.

Un liderazgo disruptivo que comprende que su función es equilibrar una excelencia operativa y la innovación. Su agenda ya no es hacer que las cosas se hagan. Su agenda es inspirar y potenciar el desarrollo de sus profesionales para que sean excelentes en la operativa mientras sale a la caza de oportunidades para innovar.

Integrar la Innovación en el ADN de cada persona del equipo humano. Una cultura corporativa donde la presencia de la innovación es la clave para que exista la excelencia empresarial.

Fuente: emprendedores.es

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