¿Cuáles serán las claves económicas de las elecciones de Estados Unidos?

¿Quién ganará las próximas elecciones presidenciales de EEUU? Es difícil vaticinar un resultado, por lo que la convocatoria será fuente de incertidumbre para la economía mundial.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un elemento más de incertidumbre en el complejo escenario político y económico que vivimos.

A finales del pasado año adelantábamos que los conflictos geopolíticos, las guerras y el terrorismo serían uno de los factores desestabilizadores de la economía mundial. Además, hacíamos referencia a otros desafíos, como los ligados a la descarbonización de la economía y la crisis de tierras raras, a los efectos del cambio climático, al auge de la inteligencia artificial y de los datos o de la crisis de talento.

Poco después, a raíz de los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo, en este artículo abordábamos también las previsibles consecuencias que podría tener esta situación en la cadena de suministro global.

Ahora, en plena precampaña de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, nos detenemos en el posible impacto que pueden tener estos comicios en una economía mundial en la que el país norteamericano marca el paso.

Contexto complejo para las elecciones

En un reciente análisis, Crédito y Caución recuerda que las elecciones se van a desarrollar en un contexto de desafíos geopolíticos, bajo crecimiento y confianza inestable. “Estados Unidos ha resistido el entorno inflacionista mejor que otros países, manteniendo la solidez del crecimiento y el empleo. El gasto de los consumidores ha sido especialmente resistente, pero las previsiones apuntan a un giro motivado por el apalancamiento, la disminución de la inversión fija y la resistencia de la inflación, que retrasa el recorte de tipos de interés”, apunta.

Además, considera que “es previsible que el impacto acumulado del endurecimiento monetario, las condiciones crediticias menos acomodaticias, la política fiscal restrictiva y la incertidumbre política lastren el crecimiento en los próximos meses, provocando un aterrizaje suave de la economía estadounidense”.

Enorme influencia del presidente

Por otro lado, todo hacer prever que la situación será muy diferente si quien ocupa la Casa Blanca durante los próximos cuatro años es un reelegido Joe Biden, en representación de los demócratas; o el expresidente Donald Trump, si es que se impone en las primarias a Nikki Haley y comparece en las elecciones como candidato a la presidencia por parte del Partido Republicano.

“Los dos probables candidatos tienen opiniones opuestas sobre el comercio, la presión fiscal y el papel de Estados Unidos en la escena mundial”, afirma la aseguradora.

Así pues, Crédito y Caución hace hincapié en que los comicios definirán el papel que Estados Unidos desempeñará más allá de sus fronteras, especialmente si hablamos de conflictos geopolíticos como los de Ucrania u Oriente Próximo.

“La actual Administración se ha mostrado cada vez más reacia a compartir conocimientos tecnológicos con China y ha apoyado las sanciones occidentales a Rusia. Si se produjese un cambio de Administración, Crédito y Caución prevé que esta reorientación del comercio mundial cobre velocidad”, apunta.

Por su parte, destaca que Trump ha planteado la idea de un arancel del 10% a todos los bienes importados para impulsar la producción nacional, “lo que desencadenaría medidas similares contra las exportaciones estadounidenses y afectaría significativamente a las cadenas mundiales de suministro”, advierte.

Por el contrario, vaticina que la agenda de la actual Administración Biden durante un segundo mandato se centraría en el fortalecimiento de la clase media, la expansión de la sanidad y el desarrollo de infraestructuras de energía verde.

Además, la aseguradora expone que “el desarrollo futuro de las actuales tensiones geopolíticas, que vendrá en buena parte marcado por el resultado electoral, tendrá un impacto muy relevante en la economía global”.

“Se calcula que el cierre efectivo del Mar Rojo a los buques mercantes podría reducir la capacidad de transporte marítimo internacional en torno a un 20%. La guerra en Ucrania, por su parte, ha avivado la inflación y sigue siendo un obstáculo para el crecimiento global. Una guerra comercial total entre China y Occidente tendría un enorme impacto en las cadenas de suministro mundiales y en la capacidad de fabricación”, recalca.

Fuente: Emprendedores.es