Starbucks ha anunciado una importante reestructuración interna que resultará en la eliminación de 1.100 puestos de trabajo en sus servicios corporativos, como parte de un esfuerzo más amplio para reducir costes y mejorar la eficiencia operativa de la empresa. Este recorte no afectará a los empleados de las cafeterías, quienes continúan siendo una pieza clave en el funcionamiento global de la multinacional. Además, la compañía ha decidido suprimir varias vacantes sin cubrir, lo que aumenta el impacto de esta reestructuración, que afecta principalmente a las áreas de apoyo corporativo.
La decisión de llevar a cabo este ajuste laboral ha sido tomada por Brian Niccol, el actual consejero delegado de Starbucks, quien asumió el cargo en 2023 después de una exitosa gestión al frente de la cadena de restaurantes Chipotle. Sin embargo, aunque la llegada de Niccol fue vista como un cambio importante para la empresa, lo que ha decidido implementar en sus primeros meses al mando no ha sido una estrategia revolucionaria o una fórmula mágica, sino una reestructuración que busca hacer más eficiente la empresa a través de la reducción de costes y la simplificación de su estructura organizativa.
Niccol comunicó la medida a los empleados a través de un mensaje interno en el que explicó que la compañía llevaba tiempo evaluando la estructura y el tamaño de sus equipos de apoyo globales con el objetivo de “cumplir con nuestro plan ‘Back to Starbucks’” y de posicionar la empresa para el éxito en los años venideros. Este plan estratégico, que fue detallado por el CEO en su mensaje, contempla una reducción significativa de personal en las áreas corporativas de la multinacional, aunque los puestos en las cafeterías y tiendas no serán afectados.
“En enero, compartí con todos que estábamos evaluando el papel, la estructura y el tamaño de nuestros equipos de apoyo globales. Esto tiene como fin ayudarnos a cumplir con nuestro plan ‘Back to Starbucks’ y posicionar a la empresa para el éxito futuro”, explicó Niccol. “El equipo de liderazgo ha terminado esa tarea y, esta semana, comunicaremos los cambios que estamos implementando. Esto incluye la difícil decisión de eliminar 1.100 puestos actuales y varios cientos de puestos adicionales abiertos y sin cubrir”, añadió el consejero delegado.
Esta reestructuración se centrará en los puestos corporativos y representa cerca del 7% de los 16.000 puestos de apoyo con los que la compañía contaba antes de estos recortes. Con esta medida, Starbucks busca simplificar y agilizar su estructura organizativa para facilitar un funcionamiento más eficiente y menos complejo. De acuerdo con las cifras más recientes, la empresa sigue siendo una de las mayores multinacionales de cafeterías, con más de 350.000 empleados, de los cuales la mayoría trabaja directamente en las cafeterías de todo el mundo.
Este ajuste en la plantilla no es el primero de su tipo en Starbucks, aunque sí es el más significativo. En 2018, la compañía llevó a cabo una ronda de despidos en la que se eliminaron unos 350 puestos corporativos, lo que en ese momento representó el 5% del total de los puestos en las áreas de apoyo. Sin embargo, esta vez la reducción es mayor, lo que refleja una estrategia de adaptación a los desafíos económicos a los que la empresa se enfrenta en la actualidad.
“Estamos simplificando nuestra estructura, eliminando capas y duplicaciones y creando equipos más pequeños y ágiles. La intención es operar de manera más eficiente, aumentar la responsabilidad de los empleados, reducir la complejidad y lograr una mejor integración entre los diferentes departamentos”, explicó Niccol en su mensaje. El CEO también reconoció que la noticia de los despidos sería difícil para muchos de los empleados, y expresó que esta era una decisión tomada con mucho pesar, pero que era necesaria para el éxito futuro de la empresa. “Sabemos que esta noticia tiene un impacto real en la vida de nuestros partners y sus familias. Pero creemos firmemente que este cambio es necesario para posicionar a Starbucks de la mejor manera para el futuro y garantizar que cumplimos con nuestros empleados y los clientes a los que servimos cada día”, indicó.
Además de los despidos, Starbucks ha implementado una nueva política sobre el trabajo presencial. En un cambio importante en la forma en que la compañía gestiona a su personal, la multinacional exigirá que los empleados de nivel vicepresidente y superior trabajen de manera presencial tres días a la semana en sus oficinas de Seattle o Toronto. Por su parte, los empleados de nivel director o inferior podrán continuar trabajando de forma remota, aunque se anticipa que las futuras contrataciones se harán bajo la condición de que los empleados trabajen principalmente en las oficinas.
Estas medidas forman parte de un plan más amplio para dar un giro a la estrategia de la compañía, que enfrenta varios desafíos económicos. A lo largo del pasado ejercicio fiscal, Starbucks experimentó una caída en sus ventas y beneficios, lo que ha obligado a la empresa a tomar decisiones drásticas. En el cuarto trimestre, las ventas de la compañía cayeron un 3,2%, alcanzando los 9.074 millones de dólares (unos 8.400 millones de euros), lo que refleja una desaceleración del crecimiento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Aunque las ventas anuales crecieron un 0,6%, alcanzando los 36.176 millones de dólares, el beneficio por acción experimentó una caída significativa, con un descenso del 24,5% en el cuarto trimestre y un 7,5% en el total del ejercicio.
Una de las áreas más preocupantes para Starbucks es el descenso de las ventas comparables, que excluyen las aperturas de nuevas tiendas. En el cuarto trimestre, las ventas comparables cayeron un 7%, lo que refleja una debilidad significativa en el mercado de Norteamérica, donde las ventas comparables descendieron un 6%. Esta caída se debió principalmente a una reducción del 10% en el número de transacciones, que no pudo ser compensada por el aumento del 4% en el ticket medio. Este descenso en el volumen de transacciones es un signo preocupante para la empresa, que depende de una alta rotación de clientes en sus cafeterías para mantener sus márgenes de beneficio.
La caída en las ventas, especialmente en uno de sus mercados más importantes, ha llevado a Starbucks a reconsiderar sus proyecciones para el futuro. La compañía ha decidido no proporcionar previsiones anuales para el próximo ejercicio, dado el giro estratégico que está emprendiendo. A medida que la empresa enfrenta la presión de un entorno económico incierto, estos cambios buscan restablecer la estabilidad financiera y posicionar a Starbucks para un crecimiento sostenido en los próximos años.
Con más de 40.000 tiendas en todo el mundo, Starbucks sigue siendo uno de los principales actores en la industria del café, pero enfrenta una creciente competencia, una desaceleración del crecimiento en mercados clave y un cambio en las expectativas tanto de sus empleados como de sus clientes. La reestructuración interna y los despidos masivos son un paso hacia un modelo de negocio más eficiente, pero también reflejan los desafíos más amplios que enfrenta la empresa mientras busca adaptarse a un panorama económico en constante cambio y asegurar su éxito a largo plazo.
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