Durante más de dos décadas, Google ha sido nuestro oráculo digital. ¿Una duda? Se buscaba en Google. Pero ese paradigma está cambiando rápidamente. La irrupción de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, Gemini o Perplexity está modificando nuestra manera de buscar, interactuar y consumir información. Solo en Estados Unidos, más de 90 millones de personas usarán estas plataformas como su método principal de búsqueda en 2025, según Statista. ¿Estamos asistiendo al principio del fin del buscador tradicional?
La respuesta rápida parece ser sí. Las búsquedas están dejando de ser listas de enlaces para convertirse en respuestas completas, personalizadas y contextualizadas. Hablamos con asistentes virtuales como si consultáramos a un experto. Y esperamos respuestas directas, útiles y conversacionales. Este cambio no es menor: está redefiniendo por completo el ecosistema digital.
Marketing digital y posicionamiento: adaptarse o desaparecer
La inteligencia artificial no solo transforma cómo buscamos, sino también cómo las marcas deben posicionarse. Ya no se trata solo de aparecer en la primera página de Google, sino de ser parte de la respuesta que da un sistema de IA. Tecnologías como Google AI Overview, disponible en Europa desde marzo, integran directamente estas respuestas en los resultados de búsqueda, eliminando la necesidad de múltiples clics y recompensando el contenido verdaderamente relevante.
Esto plantea un desafío directo para el SEO tal como lo conocíamos. Los textos deben estar escritos para humanos, pero también pensados para algoritmos que sintetizan información a través del lenguaje natural. Precisión, claridad y estructura ya no son opcionales: son la nueva base para ser visibles en el universo IA.
SEM e inteligencia artificial: campañas más inteligentes
En el terreno del SEM (publicidad en buscadores), la IA también lo está cambiando todo. Ya no basta con pujar por las palabras clave adecuadas. Las campañas deben crear contenido útil, confiable y que pueda integrarse en los resúmenes generados por IA. Algunos estudios iniciales sobre Google AI Overview muestran que los contenidos que responden directamente a preguntas frecuentes tienen hasta un 30% más de probabilidades de ser incluidos en estos nuevos resúmenes inteligentes.
La relación marca-usuario: del clic a la conversación
Más allá del cambio tecnológico, lo más profundo es el cambio en la relación entre marcas y consumidores. Ahora, los usuarios esperan experiencias más predictivas, fluidas y personalizadas. La inteligencia artificial actúa como un nuevo intermediario, capaz de anticipar necesidades y ofrecer soluciones al instante. Esto obliga a las marcas a estar presentes no solo en buscadores, redes o tiendas online, sino también en entornos conversacionales como asistentes virtuales, sistemas de recomendación y chatbots.
¿Estás entrenando al algoritmo o solo alimentándolo?
Para competir en este nuevo entorno, las empresas necesitan algo más que datos: deben convertirlos en experiencias conversacionales, relevantes y entrenables. Esto exige revisar el contenido que generan, las habilidades de sus equipos y la forma en que interactúan con los usuarios en todos los canales digitales.
La gran pregunta que deben hacerse las marcas no es si están en Google, sino si están en la mente del algoritmo. Y para lograrlo, el reskilling de los equipos, la visión estratégica basada en datos y la creación de contenidos útiles y estructurados ya no son una opción. Son la nueva norma.
