El universo de Minecraft no solo ha brillado en la gran pantalla con su reciente y exitoso debut cinematográfico, sino que también ha provocado una auténtica revolución en el mundo del marketing. En apenas 10 días, Una película de Minecraft se ha convertido en el mayor éxito de taquilla del año en Hollywood, arrastrando consigo una oleada de colaboraciones comerciales que demuestran el poder del fenómeno pixelado.
Las marcas, siempre atentas a los movimientos culturales que conectan con las nuevas generaciones, han encontrado en este estreno la excusa perfecta para lanzar ediciones especiales, productos exclusivos y campañas tematizadas. El universo cúbico de Mojang Studios ha servido de inspiración para sectores tan diversos como la comida rápida, la cosmética, la moda urbana y hasta el entretenimiento digital.
Uno de los primeros en subirse al tren fue McDonald’s, con dos colecciones de juguetes tematizados. Una, integrada en su clásico Happy Meal, ha sido diseñada para los más pequeños; la otra, con seis figuras exclusivas, se dirige a un público más adolescente y adulto, especialmente de la Gen Z. La imagen pixelada del logo en redes sociales ha sido un guiño que no ha pasado desapercibido.
En el mundo de la belleza, NYX Cosmetics sorprendió con una línea de maquillaje basada en la estética de Minecraft, con productos de formas cilíndricas y cúbicas, desde coloretes en barra hasta aceites labiales y espejos compactos. Una propuesta atrevida y colorida que conecta con el lenguaje visual del juego.
El snack más rebelde, Doritos, también lanzó una edición limitada con chips cuadrados y dos nuevos sabores inspirados en personajes del juego: Creeper Vinegar y Ghast BBQ. La experiencia fue aún más divertida al encontrar estos nachos inesperados dentro de las bolsas tradicionales, como una especie de “easter egg” comestible.
Otra marca que no se quedó atrás fue Crocs, que lanzó una colección de cinco modelos con estética Minecraft, adaptables tanto para el hogar como para la calle. La gama incluye diseños para adultos y niños, y accesorios Jibbitz en edición especial, reafirmando la tendencia de convertir los pies en un nuevo lienzo de expresión fan.
Como no podía ser de otra manera, LEGO también aprovechó la oportunidad con nuevos sets de construcción inspirados en escenarios del videojuego. La sinergia entre ambas marcas es natural: bloques, creatividad, aventuras y nostalgia compartida. Entre los kits destacan La Cámara de Desafío o El Ring de Combate de la Mansión del Bosque.
En el plano digital, plataformas como Twitch y TikTok activaron campañas especiales donde los usuarios podían conseguir capas virtuales de Minecraft simplemente por ver retransmisiones en vivo. Un movimiento perfecto para activar a la comunidad gamer y multiplicar la interacción con el contenido generado por creadores.
Las míticas Oreo no quisieron quedarse fuera del juego y lanzaron galletas con grabados de herramientas y personajes del universo cúbico. Aunque no llegaron a comercializar galletas cuadradas, invitaron a los consumidores a morderlas con esa forma para participar en experiencias inmersivas. En España, además, se sortearon ediciones limitadas.
Por último, Adidas entró en escena con una colección cápsula que incluye camisetas, chándales, zapatillas y hasta una cazadora rosa con flecos que se agotó en tiempo récord. Con prendas para todas las edades, la firma anunció que esta colaboración es solo el principio de una alianza duradera con el universo Minecraft.
En conjunto, Minecraft ha demostrado ser mucho más que un videojuego o una película: es un ecosistema cultural capaz de inspirar a generaciones enteras y de movilizar a gigantes de todas las industrias. El marketing pixelado está de moda, y todo indica que este fenómeno seguirá creciendo en los próximos años.
