La calabaza es uno de los ingredientes más versátiles y nutritivos de la temporada. Rica en fibra, vitaminas A y C, y antioxidantes, puede transformarse en platos dulces y salados, desde cremas reconfortantes hasta postres elegantes. Su sabor ligeramente dulce y su textura cremosa hacen que sea perfecta para cualquier nivel de habilidad en la cocina.
1. Crema de calabaza con jengibre y nuez moscada
Una sopa ligera y aromática que combina la suavidad de la calabaza con el toque picante del jengibre. Para prepararla:
- Cocina calabaza pelada y cortada en cubos con cebolla y ajo en un poco de aceite de oliva.
- Añade caldo de verduras y hierve hasta que la calabaza esté tierna.
- Tritura la mezcla y agrega jengibre rallado, nuez moscada y una pizca de sal.
- Sirve con un chorrito de crema fresca y semillas de calabaza tostadas para darle textura.
2. Calabaza asada con hierbas provenzales
Este plato es ideal como guarnición o base para ensaladas templadas:
- Corta la calabaza en dados o láminas.
- Mezcla con aceite de oliva, tomillo, romero, sal y pimienta.
- Hornea a 200 °C durante 25-30 minutos, hasta que esté dorada y caramelizada.
- Puedes añadir un toque de miel o balsámico para potenciar el sabor.
3. Risotto de calabaza y parmesano
Una receta elegante que impresiona en cualquier ocasión:
- Sofríe cebolla en mantequilla y añade arroz arborio.
- Ve incorporando caldo de verduras caliente poco a poco, removiendo constantemente.
- Cuando el arroz esté casi listo, añade puré de calabaza y parmesano rallado.
- Ajusta con sal, pimienta y un toque de nuez moscada. El resultado es un risotto cremoso y lleno de sabor.
4. Muffins de calabaza y canela
Un postre o desayuno ideal, húmedo y especiado:
- Mezcla puré de calabaza con huevos, aceite, azúcar moreno y extracto de vainilla.
- Tamiza harina, levadura, canela y una pizca de sal, e intégrala a la mezcla húmeda.
- Llena moldes para muffins y hornea a 180 °C durante 20-25 minutos.
- Se pueden añadir nueces o chips de chocolate para un extra de sabor.
5. Calabaza rellena de quinoa y verduras
Una opción saludable y saciante, perfecta como plato principal vegetariano:
- Corta calabazas pequeñas por la mitad y retira las semillas.
- Cocina quinoa y mezcla con verduras salteadas como pimiento, calabacín y cebolla.
- Rellena las calabazas con esta mezcla, espolvorea con queso rallado y hornea hasta que estén tiernas.
- Se puede servir con salsa de yogur o pesto para darle un toque gourmet.
Consejos para trabajar con calabaza
- Elección: busca calabazas firmes, con piel sin golpes y de color intenso.
- Almacenamiento: entera, puede durar varias semanas en un lugar fresco y seco. Una vez cortada, guárdala en el refrigerador y consúmela en pocos días.
- Preparación: pelar y cortar con cuidado; algunas variedades tienen piel más dura, ideal usar un cuchillo fuerte o mandolina.
- Congelación: el puré de calabaza se congela muy bien, lo que permite tener base lista para sopas, risottos o repostería.
La calabaza no solo aporta sabor y color, sino que permite crear platos nutritivos y variados, adaptándose tanto a recetas tradicionales como a preparaciones innovadoras. Desde cremas reconfortantes hasta muffins dulces o risottos sofisticados, este ingrediente puede convertirse en el protagonista de tu mesa durante todo el año.












































