En los últimos años, el pan de plátano o banana bread se ha convertido en mucho más que una moda de redes sociales. Su versatilidad, facilidad de preparación y la posibilidad de hacerlo en versión saludable lo han transformado en una de las recetas preferidas para quienes buscan algo dulce, nutritivo y rápido de preparar.
Lo mejor es que no necesitas ser un experto en repostería: con unos cuantos ingredientes básicos puedes disfrutar de un pan casero lleno de sabor, ideal para acompañar desayunos, meriendas o incluso como postre ligero.
¿Qué necesitas?
- Plátanos maduros: son la base de esta receta, aportan dulzor natural y una textura esponjosa.
- Harina integral o de avena: para darle un toque más nutritivo y lleno de fibra.
- Huevos: ayudan a dar consistencia y esponjosidad.
- Aceite de oliva suave o de coco: una alternativa más saludable que la mantequilla.
- Endulzante al gusto: miel, sirope de agave o simplemente confiar en el dulzor del plátano.
- Levadura en polvo: para que suba y quede esponjoso.
- Opcionales: nueces, chips de chocolate negro o semillas, para darle un toque extra.
Preparación paso a paso
- Tritura los plátanos maduros hasta conseguir un puré.
- En un bol, mezcla los huevos, el aceite y el endulzante. Añade después los plátanos.
- Incorpora la harina y la levadura poco a poco, mezclando bien para evitar grumos.
- Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado y, si lo deseas, añade nueces o chocolate negro por encima.
- Hornea a 180 °C durante unos 40-45 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
¿Por qué es tan popular?
El pan de plátano no solo es delicioso, también es una excelente forma de aprovechar esos plátanos que están demasiado maduros para comer solos. Además, al poder adaptarlo con ingredientes más saludables, se convierte en una alternativa perfecta frente a la bollería industrial.
Puedes tomarlo recién hecho, calentarlo un poco para que quede más jugoso o incluso congelarlo en porciones para tener siempre un tentempié listo.
Este tipo de recetas muestran que comer rico y saludable es totalmente posible, y que no necesitas complicarte demasiado en la cocina para sorprender tanto a tu familia como a tus invitados.












































