En plena era de la hiperconectividad, los límites entre vida laboral y personal se han vuelto cada vez más difusos. Sin embargo, la legislación española lo deja claro: los trabajadores tienen derecho a la desconexión digital, y no respetarlo puede salir caro… muy caro.
El Estatuto de los Trabajadores establece que las empresas deben garantizar el derecho a desconectar fuera del horario laboral. Esto incluye no enviar correos, mensajes de WhatsApp o realizar llamadas relacionadas con el trabajo durante el tiempo de descanso del empleado, salvo situaciones excepcionales.
¿Qué pasa si tu jefe lo incumple?
El envío reiterado de mensajes fuera del horario puede considerarse una infracción grave. Las sanciones para la empresa pueden llegar a los 7.500 euros, según el régimen de sanciones de la Inspección de Trabajo.
Esta normativa busca proteger el bienestar mental, el equilibrio entre la vida personal y profesional, y evitar la cultura del “siempre disponible” que tantas veces se ha normalizado en el entorno laboral.
¿Qué pueden hacer los trabajadores?
- Comunicar por escrito a la empresa la situación.
- Recoger pruebas (mensajes, correos).
- Denunciar ante la Inspección de Trabajo si persiste la conducta.
Esta medida, más que una multa, es un recordatorio contundente de que el descanso no es un lujo, sino un derecho. En tiempos donde el “burnout” y el estrés laboral son moneda corriente, poner límites claros es clave para construir entornos laborales más sanos y sostenibles.











































