Tu grupo de WhatsApp vecinal puede costarte una multa: lo dice la AEPD
Lo que para muchos vecinos es una forma rápida y cómoda de comunicarse, para la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) puede ser una infracción grave.
Sí, el grupo de WhatsApp de tu comunidad podría ser ilegal si se comparten datos personales sin autorización.
En los últimos años, esta aplicación se ha convertido en la herramienta preferida para resolver incidencias en portales y comunidades: hablar de facturas, del ascensor averiado o del vecino que no paga la cuota mensual. Sin embargo, esa comodidad tiene un límite legal muy claro.
La AEPD ya ha impuesto sanciones por usar estos chats de manera indebida. Una de las más recientes fue de 2.000 euros a una comunidad cuyo presidente compartió un recibo bancario con los datos personales y financieros de una vecina. Lo que parecía un gesto inocente terminó siendo una vulneración directa del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Por qué un grupo de vecinos también está sujeto al RGPD
Muchos piensan que un grupo de WhatsApp entre propietarios es un espacio privado. Pero no es así.
Una comunidad de vecinos actúa como una entidad que trata datos personales nombres, teléfonos, direcciones, cuentas bancarias y, por tanto, debe cumplir con el RGPD.
El artículo 32 del Reglamento establece que todo responsable de tratamiento debe aplicar medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar la confidencialidad y seguridad de los datos.
Asimismo, el artículo 5.1 f) recuerda que esos datos deben protegerse frente a accesos no autorizados o usos indebidos.
Compartir un documento con información personal en un chat incumple ambas obligaciones.
Lo privado no siempre es tan privado
El gran error es creer que WhatsApp es un entorno cerrado.
En realidad, cualquier participante puede reenviar mensajes, hacer capturas o perder su móvil, exponiendo toda la información.
Por eso, la AEPD recomienda limitar el uso de estos grupos a temas estrictamente relacionados con la gestión comunitaria, evitando subir fotos de vecinos, publicar direcciones completas o compartir documentos con datos personales.
Incluso añadir a un nuevo propietario sin su consentimiento puede ser problemático, ya que su número de teléfono queda visible para todos los participantes.
Falta educación digital, sobran riesgos
Detrás de estos incidentes hay un problema de fondo: la falta de cultura en privacidad.
Muchos adultos aún confunden comodidad con legalidad y piensan que un grupo de WhatsApp “entre vecinos” está fuera del control normativo.
La AEPD pretende cambiar esa mentalidad recordando que la privacidad no es un asunto técnico o lejano, sino algo que afecta a la vida cotidiana.
Respetar la protección de datos también implica actuar con prudencia en los entornos digitales más informales.
Porque lo que empieza como una conversación vecinal puede acabar con una multa y una investigación si se vulnera el RGPD.
La función de la AEPD
La Agencia Española de Protección de Datos es la autoridad encargada de garantizar el cumplimiento del RGPD en España. No solo investiga a grandes empresas tecnológicas, sino también a colegios, ayuntamientos, asociaciones y comunidades de propietarios.
Cualquier ciudadano puede presentar una reclamación si considera que sus datos se han usado indebidamente.
La AEPD no busca solo sancionar, sino concienciar sobre el valor de la privacidad y el uso responsable de la información.
El RGPD no distingue entre un despacho profesional y el portal de tu edificio: en ambos casos, los datos personales deben protegerse con la misma seriedad.









































