Advertisement

Tu carta de motivación: lo que dices… y lo que deberías evitar decir

Redactar una carta de motivación puede parecer un trámite más en un proceso de selección. Pero lo cierto es que este documento, aunque breve, dice mucho más de ti que una lista de habilidades o títulos. No solo refleja tu interés por una oportunidad concreta: también habla de tu capacidad de comunicarte, de conectar con quien te lee… y de no cometer errores que arruinen la primera impresión.

Hoy más que nunca, las empresas no buscan perfiles perfectos, sino personas auténticas, coherentes y con propósito. Y tu carta de motivación puede ser la llave para demostrarlo. Eso sí, hay ciertos errores que siguen repitiéndose y que deberías evitar si quieres destacar.

Estos son algunos de los más comunes:

Usar una plantilla genérica: Si tu carta suena igual para una beca que para un máster o un empleo, algo está mal. Personaliza cada texto según la oportunidad a la que postulas.

Hablar solo de ti: El objetivo no es solo contar quién eres, sino explicar cómo encajas con lo que la empresa o institución busca. Haz que tu mensaje también hable de ellos.

Repetir el currículum: La carta no es un resumen de tu trayectoria, sino una explicación de por qué lo que has hecho te ha preparado para este nuevo paso.

No justificar tu interés: “Estoy muy motivado” no basta. ¿Por qué te interesa esa empresa o proyecto en concreto? ¿Qué te atrae de su visión, de sus valores, de su forma de trabajar?

Ser demasiado formal o demasiado informal: El tono debe ser profesional, pero humano. No te escondas detrás de frases hechas ni sobrecargues el lenguaje.

Errores de ortografía o gramática: Puede parecer evidente, pero siguen presentes. Revisa bien antes de enviar. Una falta transmite descuido.

No cerrar con claridad: Terminar con una frase vaga o demasiado genérica puede debilitar todo lo anterior. Cierra con convicción y una llamada a la acción amable pero firme.

Extenderse demasiado: Una carta de motivación debe ser breve y directa. Una página es más que suficiente. Si necesitas más espacio, estás escribiendo otra cosa.

En definitiva, tu carta debe hablar desde ti, pero con intención, estructura y autenticidad. No se trata de impresionar, sino de transmitir propósito, coherencia y actitud. Y en un mundo saturado de solicitudes, eso puede marcar la diferencia.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad