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Hostelería y Protección de Datos. ¿Están los Bares y Restaurantes Cumpliendo con la Ley?

En plena era digital, donde los datos personales son considerados el nuevo petróleo del siglo XXI, la protección de la privacidad ha dejado de ser un mero aspecto administrativo para convertirse en una prioridad legal y estratégica. Y el sector hostelero bares, cafeterías y restaurantes incluidos no escapa a esta obligación.

En las últimas semanas, varias resoluciones de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) han llamado la atención sobre un hecho preocupante: una parte importante del sector de la restauración sigue sin cumplir adecuadamente con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD).

Pero, ¿qué implica esto exactamente para un negocio hostelero? ¿Qué obligaciones tienen? ¿Y cuáles son las consecuencias legales y económicas de ignorarlas?

 ¿Qué datos manejan los bares y restaurantes?

Aunque a simple vista parezca que un bar o restaurante no trata grandes cantidades de datos personales, la realidad es otra. Estas son algunas de las situaciones más comunes:

  • Gestión de reservas con nombre, teléfono o correo electrónico.
  • Recogida de datos laborales de empleados.
  • Uso de videovigilancia en el local.
  • Campañas de fidelización o suscripción a newsletters.
  • Facturación con datos fiscales de clientes.
  • Publicación de imágenes en redes sociales (eventos, fotos de clientes…).

Todos estos tratamientos están regulados por el RGPD, y deben estar correctamente documentados, informados y protegidos.

¿Qué dice la ley?

Según el artículo 24 del RGPD, todo responsable del tratamiento de datos debe aplicar las medidas técnicas y organizativas apropiadas para garantizar y poder demostrar que el tratamiento es conforme con el reglamento.

Esto se traduce en que bares y restaurantes deben:

  • Tener un registro de actividades de tratamiento.
  • Disponer de cláusulas informativas para clientes y empleados.
  • Establecer contratos con terceros que traten datos en su nombre (empresas de software, TPVs, gestorías…).
  • Aplicar medidas de seguridad adecuadas.
  • Cumplir con el deber de transparencia y garantizar los derechos ARSULIPO (acceso, rectificación, supresión, etc.).
  • Contar con protocolos actualizados frente a brechas de seguridad.
  • Renovar auditorías o revisiones anuales de cumplimiento normativo.

 ¿Qué ocurre si no se cumple?

Las sanciones por incumplimiento pueden ser muy graves, incluso en negocios de pequeño tamaño. Las multas pueden alcanzar hasta los 20 millones de euros o el 4 % de la facturación anual, aunque en hostelería suelen ser proporcionales a la infracción y tamaño del negocio.

Algunos casos reales recientes:

  • Bar sancionado por usar cámaras sin cartel informativo visible: 1.500 €.
  • Restaurante que publicó fotos de clientes en redes sin consentimiento: 3.000 €.
  • Negocio sin documento de seguridad ni cláusulas en contratos laborales: advertencia formal y obligación de regularización inmediata.

Pero más allá de la sanción económica, el daño reputacional puede ser alto, sobre todo si se viraliza en medios o redes sociales.

 ¿Qué debe hacer un bar o restaurante para cumplir?

Para estar al día con la normativa y evitar riesgos innecesarios, los establecimientos deben realizar una adaptación formal a la LOPDGDD y el RGPD, preferiblemente a través de un consultor o empresa especializada.

Pasos clave:

  1. Diagnóstico de situación: revisión de los tratamientos que realiza el negocio.
  2. Redacción de documentación legal: cláusulas, contratos, políticas de privacidad…
  3. Implantación de medidas técnicas y organizativas: control de accesos, copias de seguridad, cartelería…
  4. Formación básica del personal: concienciación sobre el uso correcto de los datos.
  5. Auditoría anual: revisión de cumplimiento y actualización de documentos.

Hostelería digital, nuevas responsabilidades

El auge de las reservas online, pagos electrónicos, delivery y marketing digital ha multiplicado la exposición de bares y restaurantes a posibles brechas de seguridad o tratamientos ilegítimos. Por ejemplo:

  • ¿Tu web tiene cookies sin banner ni consentimiento?
  • ¿Guardas reservas en una hoja de Excel sin cifrar?
  • ¿Usas un sistema TPV con software sin contrato de encargado?

Todo esto debe revisarse. La transformación digital de la hostelería implica necesariamente incorporar la protección de datos en su cultura empresarial.

Cumplimiento como valor añadido

Cumplir con la ley de protección de datos no debe verse como una carga, sino como una herramienta para generar confianza, transparencia y profesionalidad.

En un entorno competitivo, los consumidores valoran cada vez más que los negocios respeten su privacidad y traten sus datos con responsabilidad. Y en el caso de bares y restaurantes, que son espacios de convivencia y ocio, el cumplimiento del RGPD puede ser también una vía para diferenciarse y fidelizar clientes.

Si tienes un establecimiento hostelero y no sabes si estás cumpliendo correctamente, lo mejor es realizar una revisión cuanto antes. Porque en protección de datos, más vale prevenir… que pagar.

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