El control parental no es suficiente para garantizar la seguridad y privacidad de tus hijos en redes sociales; también son necesarias la comunicación y educación.
Aunque pueda resultar surrealista, me he llegado a encontrar con casos de personas cercanas que ofrecen el móvil a sus hijos sin realizar una configuración básica, incluso con niños que no llegan ni a los 5 años.
Esto no solo supone un peligro real para los niños, sino también para los padres, ya que el menor podría acceder a aplicaciones de compras, por ejemplo, y contratar servicios sin tu consentimiento algo que ha ocurrido en mi entorno, he de decir, y es más frecuente de lo que parece.
En el uso de Internet, la seguridad ha de ir de la mano de la privacidad, más aún cuando tiene que ver con niños que podrían exponerse a contenido para adultos, que es bastante habitual en diferentes redes sociales, incluso saltándose los filtros de moderación.
Según los últimos datos de Save the Cildren, en España 9 de cada 10 menores con edades comprendidas entre 14 y 17 años aseguran conectarse varias veces al día a Internet, y hasta 1 de cada 3 usan el móvil habitualmente antes de cumplir los 10 años.
Más aún, en la encuesta realizada a casi 4.000 menores de edad, el 37% de adolescentes reconoce que saben cómo saltarse las medidas de control, mayormente por la ausencia de educación tecnológica de los padres.
Por ello, es esencial que los padres sepan cómo proteger a los menos de los peligros de Internet y las redes sociales, que no son pocos, para garantizar su seguridad sin que esto afecte a su privacidad.
Más allá del control parental, siempre es vital una comunicación abierta
Con diferentes límites de edad en sus términos de servicios, los menores pueden acceder a diferentes plataformas sociales que podrían no ser aptas para niños. Aunque las más conocidas son TikTok e Instagram, también existen espacios de comunicación como Roblox o WhatsApp.
Una de las primeras cuestiones a abordar principalmente es la comunicación de los padres con los niños, la base para asentar valores positivos que refuercen las ideas de seguridad y privacidad, para que no compartan información confidencial en ningún lugar.
Afortunadamente, todos los sistemas cuentan con software para el control parental, lo primero que deberás configurar para que tu hijo no acabe en lugares o sitios en los que no tendría que acceder; por desgracia, en redes sociales, se han colado muchas veces contenidos no aptos, incluso para adultos.
El control parental de un dispositivo, así, es lo primero que deberías activar para controlar qué sitios visitan tus niños, ya que te ofrecerá detalles sobre el tiempo en diferentes aplicaciones, podrás bloquear o restringir algunas apps o, directamente, conocer la ubicación de estos.
Aun así, no supone ninguna garantía, ya que podrían saber cómo saltarse este control parental, proporcionando a los padres una falsa seguridad. En tal caso, hay varias recomendaciones adicionales si tu hijo ya tiene la edad adecuada para usar diferentes redes sociales.
Aquí la recomendación principal que hacen compañías de ciberseguridad, como Kaspersky, es que las políticas de controles no estén basadas en las restricciones, sino en la comprensión y la comunicación.
Al igual que se les dice a los niños que no conversen con desconocidos por la calle, esto se aplica a la actividad en redes sociales, ya que muchos usuarios con fines maliciosos se esconden tras avatares que ocultan su identidad real.
En tal caso, lo mejor es saber quiénes son los usuarios detrás de los sobrenombres o alias con los que habla tu hijo en redes sociales, siempre recordando que no deberías permitir su aislamiento al usar un móvil, tanto para jugar en línea como para ver publicaciones en plataformas sociales.
Para garantizar que tus hijos hacen un uso seguro de redes sociales ampliable a otros servicios en línea–, puedes conversar con ellos siempre desde el respeto y aconsejarle lo siguiente:
- No compartir información personal con ningún usuario en línea, ya que podría dar lugar a campañas personalizadas de extorsión, además del peligro real de ser objetivo de grupos de ciberdelincuentes.
- Avisar siempre sobre enlaces compartidos por terceros, con el objetivo de revisar hacia dónde llevan. Aquí la educación en seguridad de los padres es esencial, así como conocer qué sitios son legítimos y cuáles podrían ser fruto de cibercriminales.
- Establecer unas normas básicas, como pueden ser límites de tiempo en plataformas como TikTok, o la restricción de contenido en estas, para que no termine en publicaciones que podrían afectar a su integridad, como vídeos con violencia física y verbal.
- Educar para que sean independientes, ya que no siempre vas a estar ahí para protegerlos. Una educación en valores, siempre desde el respeto a su privacidad, es la mejor arma contra los peligros de las redes sociales.
- Deja claro qué permiso tiene mientras navega en redes sociales, como la posibilidad de acceder a salas de chat, algunas plataformas bloquean esto por defecto para los menores–, siempre comentando los peligros potenciales a los que podría enfrentarse.
Como ves, plantear una comunicación activa junto a una estrategia de privacidad es la mejor recomendación para garantizar la seguridad de los menores en redes sociales. No hacen falta grandes conocimientos en tecnología ni una educación estricta para que ellos estén seguros.
Fuente: computerhoy.20minutos.es










































