Con la llegada de junio, España ha experimentado una de las olas de calor más tempranas y persistentes de los últimos años. Las temperaturas extremas afectan no solo a nuestro confort, sino también a nuestra salud y bienestar. Frente a este escenario, la alimentación se convierte en una herramienta fundamental para mantenernos hidratados, frescos y con energía. Comer adecuadamente puede marcar la diferencia entre sentirse agotado o mantenerse activo y saludable durante los días más calurosos.
A continuación, te presentamos una guía práctica sobre qué alimentos incluir en tu dieta para hacer más llevadero el calor sofocante:
Prioriza alimentos con alto contenido de agua
El 80% de nuestra hidratación debería venir del agua que bebemos, pero el resto lo aportan los alimentos. Frutas como sandía, melón, piña, fresas o naranjas son ideales: no solo hidratan, sino que también aportan vitaminas y minerales. Entre las verduras más recomendables están el pepino, tomate, calabacín, lechuga o apio, perfectas para ensaladas frescas o smoothies.
Opta por comidas ligeras y frías
Evita platos pesados, muy grasos o con muchas salsas. El calor ya es un esfuerzo extra para tu cuerpo, y digerir comidas copiosas lo empeora. Prefiere gazpachos, salmorejos, ensaladas completas, ceviches o poke bowls. Son frescos, ligeros y nutritivos.
Reduce la carne roja y aumenta el consumo de pescado
Las carnes rojas generan más calor interno al digerirse, lo que incrementa la sensación térmica. En su lugar, elige pescados blancos, mariscos o pollo, cocinados a la plancha o en preparaciones frías. El atún, la caballa o el salmón también aportan ácidos grasos esenciales.
Incluye alimentos con electrolitos naturales
Con el sudor perdemos minerales esenciales como sodio, potasio y magnesio. Para reponerlos, incluye alimentos como plátanos, aguacates, frutos secos, agua de coco, yogures naturales o caldos fríos.
Evita bebidas azucaradas y con cafeína en exceso
Aunque refrescan al principio, las bebidas azucaradas y la cafeína pueden favorecer la deshidratación. Mejor opta por agua, infusiones frías sin teína, zumos naturales sin azúcar o agua con rodajas de limón, menta o pepino.
Planifica tus horarios de comida
Come en las horas menos calurosas del día. Almuerza antes de las 14:00 y cena temprano, preferiblemente antes de las 21:00, con platos frescos que no requieran usar el horno o fogones largos. El cuerpo agradece rutinas más suaves en épocas de calor extremo.
Aprovecha los alimentos de temporada
Además de ser más frescos y sabrosos, los productos de temporada son más económicos y respetuosos con el medio ambiente. En mayo, aprovecha las cerezas, los nísperos, las habas, las judías verdes o los espárragos.
La alimentación consciente durante una ola de calor no solo te ayuda a resistir mejor las altas temperaturas, sino que protege tu salud y mejora tu calidad de vida. Escuchar a tu cuerpo, hidratarte constantemente y elegir bien lo que comes es una fórmula sencilla pero poderosa para sobrevivir a este mayo ardiente. Y recuerda: menos, es más. En verano, tu cocina debe ser tan ligera como tu ropa.











































